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Turismo espacial, el futuro de los hoteles

Turismo espacial
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INTRO

¿Quién no ha soñado de pequeño (y no tan pequeño) con viajar a las estrellas?

Los viajes espaciales para turistas, lo que parecía imposible, cada vez están más cerca.

De momento, eso sí, solo unos pocos tienen recursos económicos para poder llevarlos a cabo, pero en unas décadas es posible que se democratice su uso.

De hecho, ya hay proyectos de hoteles espaciales, lo que nos plantea alguna serie de dudas al respecto que estamos a punto de resolver.

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Para empezar, ¿qué es el turismo espacial? 

Cuando hablamos de turismo espacial hablamos del turismo que se hace fuera de nuestro planeta. En función de la distancia, podemos distinguir varios tipos:


a) Turismo Suborbital: 

Ya hay empresas que se encargan de vender experiencias para experimentar la gravedad cero (ingravidez) a bordo de un avión.

Digamos que esta es la opción más económica, aunque el coste por tiempo sigue siendo elevado.

¿Cuánto cuestan los vuelos de gravedad cero?

El precio es de unos 8.000€ por pasajero y cada vuelo dura unas 5 horas, en los cuales el turista, con su traje espacial, experimenta algo menos de 10 minutos de ingravidez.

¿Cómo funciona el turismo Zero G?

El proceso es simple, el avión se eleva unos 10.000 mts. (10Km) de altitud y se deja caer, formando una parábola para crear dentro de la cabina la gravedad marciana, lunar o, lo que es lo mismo, vaya, la ingravidez total.

Esto se produce porque continente y contenido estamos en caída libre a la misma vez.

Algunas empresas ofertan un viaje de ingravidez para celebrar bodas, incluso para motivar al equipo.

 En algún futuro, quizás nosotros mismos nos subamos al vuelo. ¡Ojalá! 

b) Turismo espacial u orbital: 

Aquí empezamos con la chicha buena, ahora sí que sí necesitamos algo más que un avión para hacer turismo espacial.

El primer turista espacial fue Dennis Tito, magnate norteamericano y exingeniero de la NASA. 

Lo hizo en 2001, estuvo a bordo de la Estación Espacial Internacional durante 6 días y para ello dicen que pagó 20 millones de dólares.

Es posible que no lleves ese dinero encima y, seguramente, Paypal tampoco te cubra el reembolso de esa cantidad, así que mejor que te sobre el dinero.

Por cierto, este viaje “turístico” también lo hizo el astronauta español Pedro Duque la segunda vez que subió al espacio.

Lo cierto es que Tito y Duque fueron turistas espaciales porque subieron a la Estación Espacial por placer, no por obligación profesional.

Sin embargo, ambos son profesionales del sector de la astronáutica y antiguos trabajadores de agencias espaciales.

Pero bueno, lo que nos interesa: se había abierto la veda a la posibilidad de llevar al espacio a gente no profesional, sino simplemente turistas. 

La competición para crear vuelos espaciales turísticos

En 1996 la Fundación X Prize abrió una competición para crear vuelos espaciales turísticos.

Básicamente el Premio Ansari X Prize daba 10 millones de dólares en metálico a quien pudiera diseñar un aparato que llevara a tres tripulantes a más de 100 km de la Tierra dos veces en menos de quince días. 

No fue hasta 2004 cuando un ingeniero lo logró, alcanzando los 112 kilómetros de altura y descendiendo a salvo.

Ahí sí que se abrió la veda de verdad, lo que pasa es que sigue siendo una experiencia muy cara. 

El turismo espacial de los magnates

Ya en 2021 otra gente no capacitada, entendiéndose este concepto como formada en aeronáutica y tal, pero sí con cuentas bancarias de lo más holgadas, han logrado subir al espacio por placer, para sentirse turistas espaciales.

Hablamos de los magnates multimillonarios Richard Branson (empresa Virgin Galactic), de Jezz Bezos, dueño de Amazon, que viajó al espacio muy poco después con la Blue Origin. 

Y, por supuesto, también de Elon Musk con su empresa Space X, que pretende ser pionera en viajes a Marte.

¿Lo logrará?

De este último hay un documental en Netflix bastante interesante

Precios de viajar al espacio

Como hemos visto, todavía es un “vicio” muy caro.

Existen planes y reservas para hacer viajes a la frontera entre el espacio y la Tierra:

El precio por subirte a la aeronave de Virgin Galactic es de 450.000 dólares, aproximadamente.

Lo cierto es que ya funciona y hay turistas que suben al espacio y que no dejan de hacerlo desde 2021.

Ojo, el paso definitivo: Jesús Calleja será el siguiente en hacer turismo espacial

 Jesús Calleja, presentador español de televisión (Planeta Calleja, por ejemplo)será el siguiente hombre en viajar al espacio como turista, el primer español si no contamos a los astronautas.

Lo interesante es que se grabará un documental y se televisará el turismo espacial de Jesús Calleja (primera vez en la historia que se hace algo así). 

Hoteles en el espacio: ¿para cuándo? 

Esto de los hoteles espaciales no es una idea nueva. Ya viene rondando desde hace muchas décadas en las novelas y películas de ciencia ficción (por ejemplo: “2001 Una Odisea en el espacio”). 

A principios de los 90 se intentó materializar la idea y una empresa rusa puso en órbita un pequeño módulo de 3 x 2 metros llamado Geminis I.

En 2017 la agencia espacial federal rusa Roscosmos anunció sus planes para construir un módulo acoplado a la Estación Espacial Internacional que actuara como “hotel de lujo turístico”. 

¿Cómo sería un hotel de lujo espacial? 

Hay un proyecto de hotel espacial llamado Voyager Station, que parece ser que se pretende lanzar para 2027. Lo vemos muy complicado…

¿Físicamente se puede lograr este tipo de hoteles tan futuristas o es terreno de la ciencia ficción? Pues sí serían posibles. 

El “truco” está en construir un hotel en forma de anillo (toroide en matemáticas) y que la fuerza centrífuga nos peque al suelo, que en este caso serían las paredes.

 Ajustando la velocidad de rotación y el radio del anillo del hotel, podemos llegar a simular en su interior una gravedad similar a la de la Tierra, que es a la que estamos acostumbrados. 

En este breve vídeo vemos cómo se aplicaría la fuerza centrífuga a los hoteles.

Eso sí, lanzar objetos o interactuar con cosas se puede hacer bastante complicado, ya que, en realidad, estamos en un sistema girando, aunque desde dentro parezca que estamos quietos.

No podemos dejar de pensar en la comida, ¿cuál sería el menú de ese hotel espacial? 

El menú sería comida liofilizada o impresa en 3D, es decir, a grandes rasgos, algo así como comida deshidratada como los típicos fideos chinos.

¿Y cómo subiríamos hasta el hotel espacial? 

Pues en nave o bien en un “ascensor espacial”, que es un proyecto que tienen metido en un cajón tanto la NASA como la ESA. Parece inviable.

Prototipo de ascensor espacial

C) Turismo interplanetario e intergaláctico: ¿más allá de la Tierra se podría visitar algo?

Hay planes de volver a la Luna con una nave tripulada. 

Se llama Misión Artemis de la NASA y piensan viajar en 2026 de nuevo, llevando a bordo a la primera mujer astronauta que pisará la Luna. 

Parte de la misión Artemis pasa por ir a la Luna y diseñar planes para la construcción de las primeras bases lunares para pasar largas estancias. 

Por varios motivos:

 1) Porque así pueden hacerse más experimentos sobre la Luna durante más tiempo. 

2) Para estudiar y analizar cómo podría ser vivir fuera de nuestro planeta y si se podría “habitar” la Luna.

3) Para que, en un futuro lejano (pero no tanto), puedan ser utilizadas como hoteles de futuros turistas que vayan a viajar a Marte y “hagan trasbordo” en la Luna.

Los viajes a Marte ya corren a cargo de Elon Musk y su empresa Space X

 Según sus cálculos, piensa enviar al primer humano a Marte durante esta década.

Complicado, por no decir imposible, a menos que quieran enviar a una persona sin retorno.

 Pero si la idea pasa por enviar a alguien y traerlo de vuelta (o dejarlo allí una temporada investigando a lo “The Martian”, peli de Matt Damon, muy recomendable), primero debe ponerse a punto y desarrollarse todo lo que quieren montar con la Misión Artemis y la Luna. 

Si lo que queremos es hablar de viajes intergalácticos como en la peli Interstellar, lo que tenemos que hablar es sobre relatividad de Einstein y viajes a altas velocidades, cercanas a las de la luz. 

Hay que contar con que la estrella más cercana a nosotros fuera del sistema solar está a 4.5 años luz (viajar 4.5 años a la velocidad de la luz).

 Eso es sumamente inviable con la tecnología actual, incluso con la criogenia actual, que parece que no funciona.

*Nota: este post está basado en la entrevista que le hicimos en The Host a Jesús Martínez , guionista de televisión

Puedes verla entera desde aquí:

Programa completo de The Host: Temporada 2, episodio 12: Hoteles en el espacio

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