En la industria horeca, el control y las buenas prácticas alimenticias son un pilar básico para lograr una experiencia gastronómica satisfactoria y libre de riesgos.
En este ámbito, la correcta manipulación de alimentos es vital por dos motivos: para garantizar la calidad de los alimentos que llegan a los platos y por ende para promover la salud y la seguridad pública.
Por lo tanto, una adecuada formación en manipulación de alimentos se convierte en un requisito obligatorio e imprescindible.
Y en este sentido, una de las herramientas esenciales que se utilizan para cumplir con este tipo de condiciones es la muestra testigo.
¿Es obligatorio que hoteles y restaurantes cuenten con ella?
La muestra testigo es una porción representativa de los alimentos que se preparan y sirven en cualquier establecimiento gastronómico.
Conocida también como muestra de seguridad alimentaria, la muestra testigo es fundamental para la gestión de calidad y supone además una nueva medida a cumplir en restauración.
La recogida de estas muestras han de realizarse en condiciones de asepsia, identificarse y conservarse a 4ºC máximo al menos durante 5 días para poder ser utilizada como prueba en caso de producirse alguna intoxicación tras la ingesta.
Al hilo, en esta reciente noticia se informa que en un hotel del Imserso en Mallorca se produjo un brote de gastroenteritis en 40 turistas allí alojados a raíz de una serie de deficiencias en el proceso de manipulación de alimentos.

Su importancia en caso de intoxicación alimentaria
En el caso de que se reporte una enfermedad relacionada con la comida o se sospeche de una mala manipulación, la muestra testigo se convierte en una herramienta invaluable para identificar el origen del problema.
Es decir, actúa como una especie de huella digital de los alimentos que se han manipulado y servido.
Según el REAL DECRETO 3484/2000, de 29 de diciembre, las empresas que ofrezcan servicios a, como mínimo, 40 comensales han contar con muestras testigo.
No cumplir con dicha regulación puede acarrear serias sanciones para los establecimientos: desde multas económicas hasta la clausura temporal o permanente del local.
Las comidas testigo dentro del plan de Manipulación de Alimentos
Es este contexto, cobra aún más importancia la obligatoriedad del curso de Manipulación de Alimentos: una formación que, además de ser obligatoria, ha de reciclarse como máximo cada 4 años.
Una formación que proporciona los conocimientos y habilidades necesarios para aprender a recoger muestras testigo y a manejar alimentos de forma segura reduciendo el riesgo de contaminación.
Es por ello que los trabajadores que completan con éxito el curso de Manipulación de Alimentos estarán mucho mejor preparados para mejorar la calidad del servicio, cumplir con las normativas, promover la salud pública y por ende, evitar sanciones.
O lo que es lo mismo, un restaurante o un hotel que cuente con un equipo adecuadamente formado y actualizado será reconocido por sus excelentes resultados en materia de calidad, seguridad y bienestar.
Una herramienta clave para un entorno horeca más seguro
Sabemos que la muestra testigo es mucho más que un simple procedimiento: supone una herramienta esencial para promover la inocuidad alimentaria.
Y que su correcta implementación no solo cumple con las normativas legales, sino que también protege la salud y el bienestar de los consumidores y promueve el buen funcionamiento del establecimiento.
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